
Pedro Sánchez junto a Ximo Puig en Valencia, en 2014. p4q3e
La 'declaración de Valencia' que persigue a Sánchez: "Se debe hacer más contra la corrupción, no basta con pedir perdón" 4d36s
La frase la pronunció el presidente del Gobierno junto a Ximo Puig en noviembre de 2014. 1m4770
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Once años después, una declaración de Valencia persigue ahora al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez: "Se debe hacer más contra la corrupción, no basta con pedir perdón".
Las palabras fueron pronunciadas el 5 de noviembre de 2014. Lo hizo Sánchez junto al entonces candidato a la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en un acto en lo alto de las Torres de Serranos.
Clamaban contra los casos de corrupción del Partido Popular. En sus atriles también se podía leer el lema del Partido Socialista en aquel momento: "Por una democracia limpia, PSOE".
En aquel acto, Sánchez instaba al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a que compareciese en el Congreso de los Diputados para "explicar a los españoles" qué medidas iba a tomar "para que esos casos de corrupción no se vuelvan a producir".
Sobre Rajoy, lamentaba que estaba "callado, de perfil" y que no adoptaba "ninguna medida para regenerar la vida democrática y luchar contra la corrupción". "Tiene que afrontar y asumir responsabilidades políticas", subrayaba Sánchez.
"Lo único que hace es pedir perdón, y yo le digo al señor Rajoy que el perdón, en política, no es suficiente", aseguraba el entonces secretario general del PSOE.
Tras once años, y ya como presidente del Gobierno, le ha tocado a Sánchez pedir "perdón a la ciudadanía" tras conocer el informe de la UCO en el que figura el nombre del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Su comparecencia se producía horas después de la dimisión de Cerdán.
"Hasta esta misma mañana estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán", ha lamentado Sánchez. También ha asegurado que "no habrá convocatoria electoral hasta 2027": "Esto no va de mí".
Las declaraciones las ha hecho en un tono compungido y presentándose como víctima de quien ha sido su mano derecha y que, al igual que José Luis Ábalos, su anterior principal colaborador, está siendo investigado por corrupción.
Sobre los indicios del informe de la UCO y la relación con Santos Cerdán, ha asegurado que "son muy graves". "No debimos confiar en él, desgraciadamente en este mundo no existe la corrupción cero, pero sí debe existir la tolerancia cero", ha afirmado.
Al ser preguntado por su responsabilidad política por los nombramientos de Ábalos y de Cerdán, el líder socialista se ha limitado a asegurar que la asume pidiendo perdón, reestructurando la dirección del partido y poniendo el Gobierno a disposición de la Justicia.
Sánchez también ha anunciado que pondrá en marcha una "auditoría externa" sobre las cuentas del PSOE y una "reestructuración de la ejecutiva federal" del partido tras la salida de Cerdán. Obviamente, la financiación ilegal no se hace constar en la documentación remitida al Tribunal de Cuentas.
Ha rechazado medidas como la convocatoria electoral o una crisis de Gobierno para hacer frente a la pésima situación de su Ejecutivo. Es decir, ninguna medida personal de asunción de esa responsabilidad por nombrarles, por mantenerlos y por no vigilar sus actos corruptos.
Ha quitado importancia a la conversación entre Cerdán y Koldo García en la que hablaba de manipular votos en las primarias del PSOE de 2014 en las que Sánchez ganó a Eduardo Madina. Según ha dicho, sólo son dos votos de los miles de los militantes.