
Anna Carretero Llin, una de las propietarias del Pollastre Alicanti. 6f4f4f
Anna Carretero, propietaria del primer asador de pollos de Alicante: "Formamos parte de la tradición" 3946z
Pollastre Alicanti lleva dando de comer a los alicantinos desde las Hogueras de 1964. 4m6j48
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1964, el año en el que Alfonso Carretero y Julia Antón abrieron el primer asador de pollos en la ciudad de Alicante. Una apuesta pionera, nacida durante unas Hogueras, que dio lugar a lo que hoy es Pollastre Alicantí. Desde entonces, la calle San Vicente huele a brasas, a piel crujiente, a recuerdo. A barrio.
Desde EL ESPAÑOL de Alicante hemos hablado con Anna Carretero Llin, actual propietaria del establecimiento original, para conocer la historia de este icónico asador familiar.
"Fueron mis tíos abuelos quienes lo empezaron todo tras asistir a la Feria del Campo de Madrid. Allí vieron las máquinas de asar pollos, que en ese momento no existían en Alicante, y decidieron lanzarse", recuerda con orgullo.
Una idea visionaria 5e591r
Los fundadores del Pollastre Alicanti son manchegos, concretamente de Villarrobledo, pero se mudaron a la ciudad de Alicante en busca de mejores oportunidades laborales y un deseo de cambio.
Lo que explica el origen de su nombre 'Alicanti' en lugar de 'Alacantí, en valenciano'. "Muchos clientes nos han dicho que el nombre estaba mal escrito", bromea.
Alfonso y Julia regresaron de la capital con una idea, y al poco tiempo empezaron con los primeros puestos ambulantes. "Eran como cuando se monta una churrería, pero con pollos asados".

Alfonso Carretero y Julia Antón.
"La gente de la Mancha es muy trabajadora, y además siempre está pensando en cómo puede montar un negocio", afirma.
Los montaban en la playa o junto a la plaza de toros. Pero fue durante unas Hogueras cuando se atrevieron con algo más grande: mesas, cañas y algo de picar en un descampado.
La respuesta fue tan buena que incluso dejó anécdotas familiares. "Mi padre, que entonces era muy joven, no pudo salir en Nochevieja con sus amigos porque había tanta gente que no consiguió salir del puesto a tiempo ni para las uvas", recuerda entre risas.

Un quiosco con la publicidad del Pollastre
El primer local del Pollastre Alicanti que se abrió fue en el número 62 de la calle San Vicente, -ahora Nº50-, un poco antes de llegar a la Plaza de Toros. Cuando vieron que el negocio funcionaba bien, empezaron con la idea de abrir nuevos locales.
Compraron una antigua panadería en la calle Díaz Moreu, que está justo detrás. Derribaron lo que había y levantaron un local más grande. Pero el público no subía la cuesta.
"Aunque eran los mismos clientes, no cambiaban de tienda. Estaban demasiado acostumbrados a la de la calle San Vicente”, explica.
Así que ambas tiendas coexistieron durante años, hasta que solo quedó la original, mientras la otra funciona hoy como obrador.
"Hice una reforma muy grande hace dos años. Bajamos la cocina y la idea es hacer otra pequeña obra para tenerlo todo abajo y desvincularme definitivamente del local de arriba", adelanta.
Un apellido, una marca 552q1g
El negocio ha permanecido siempre en manos de la familia. Actualmente, además de Anna, dos primos regentan sendos locales en Padre Esplá y San Vicente del Raspeig.
"Compartimos el apellido y también la marca, que ahora está registrada. Antes no se hacía. Ponías un nombre y ya está. Pero ahora todo está bien hecho, como debe ser", afirma.
"El de toda la vida" 663j4v
Pollastre Alicantí no es solo un lugar donde se venden pollos: es casi una institución. Anna cuenta que para los alicantinos el Pollastre Alicanti es el de "toda la vida". Cuenta que muchos vecinos del barrio han pasado por el asador como trabajadores.
"Si suspendían en el colegio, sus padres los mandaban con el mío para que se aplicaran en verano, y entonces él ya veía si valían o no para el oficio". También describe que han sido casi como una academia para muchos otros trabajadores, que tras aprender del negocio montaron el suyo propio.
Anna lo resume en una frase: "Llevamos poniendo olor y sabor a esta ciudad desde hace décadas”.
Aunque su historia se remonta a hace más de medio siglo, Anna tiene claro que el futuro también se cocina en las redes. "Los jóvenes tienen otros sitios de comida rápida y parece que se ha perdido nuestra cocina mediterránea. Por eso decidí apostar por las redes sociales para atraer a los nietos de los abuelos que venían a comprar", afirma.
El Pollastre Alicanti le ha dado un giro a sus redes sociales y un vídeo en el que Anna cuenta la historia familiar del Pollastre acumula ya más de 40.000 visualizaciones en Instagram.

Anna Carretero al lado de las fotos de sus tíos abuelos con el Pollastre
Los pollos en hogueras 6we1g
La propietaria del Pollastre nos cuenta que para ellos las Hogueras son un momento muy especial. No solo por las fiestas y el trabajo. Sus tíos abuelos inauguraron el asador en plenas fogueres del año 1964, y desde entonces el Pollastre Alicanti es parte de la tradición.
"Hay mucha gente que después de ver una mascletá se viene aquí directamente a por su pollo o su comida para llevar".
Durante las Hogueras, el ritmo de trabajo se multiplica. Anna confirma que estos días son especialmente intensos y que lo nota año tras año. "Tengo varias barracas a las que les hago una comida distinta cada día", explica.
Las raíces manchegas también salen a relucir en los días de fiesta, cuando aprovechan para servir migas y gazpachos manchegos.
Anna cuenta que han llegado a preparar hasta 400 pollos. Y nos lo demuestra mostrándonos que tiene una hipertrofia del músculo, fruto de llevar más de 20 años cortando y preparando pollos.
Junio es uno de los momentos más álgidos del año para el Pollastre Alicanti, que se siente "parte de la tradición de las Hogueras".