Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL. Rubén Ortega 4ta5h

Política HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Soraya Rodríguez, número dos de Rubalcaba: "Pedro, ya está. No merece la pena. ¡No te lleves al PSOE por delante!" e2d61

"Cargos del PSOE, antiguos compañeros, es el momento de parar. Cada día que pasa, vuestro silencio os compromete". 5v3d3t

"La decisión de entregar todo el poder a Santos y a Ábalos fue sólo de Pedro. Que no se victimice, que no escape". 4g2n5z

“Sánchez está generando mucha ultraderecha entre los jóvenes. Creen que el socialismo es lo mismo que el sanchismo". 2u2125

“Cuando perdimos las primarias de 2014, muchos vimos cosas raras y propusimos impugnar, pero Madina no quiso poner en peligro al partido". 2z5p3a

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Soraya Rodríguez es la depositaria del legado de Alfredo Pérez-Rubalcaba. Su portavoz en el Congreso, su amiga, su confidente. La llamamos poco después de que se entregara el premio que lleva el nombre de su maestro. Fue una noche inundada de metáforas. Presidía el acto Felipe González, que bendijo como su candidato a Eduardo Madina, que estaba sobre el escenario dando un discurso que podría valer perfectamente como programa alternativo al de Pedro Sánchez.

Rodríguez apoyó a Madina en aquel 2014, en aquellas primarias que ahora hemos sabido amañadas a pachas por Santos Cerdán y Koldo García. Confiesa esta exsocialista que, ya en ese momento, vieron "cosas raras", pero que Madina no quiso impugnar el resultado para no perjudicar al partido.

En aquellas primarias está el pecado original de Sánchez.

Esta entrevista consiste en analizar lo sucedido desde entonces hasta ahora por una de las mujeres que mejor conoce el partido. Una mujer que fue empujada a la salida cuando Sánchez empezó a cocinar esa estrategia de llamar derecha a todo el que no comulgaba con su proyecto. Rodríguez pasó del PSOE a integrar, en calidad de independiente, la candidatura europea de Ciudadanos.

Hoy, milita en Izquierda Española, un partido pequeño pero entusiasta que busca ofrecer al electorado un proyecto socialdemócrata limpio, confiable y alineado con pilares caídos en Ferraz, como la unidad territorial, la igualdad entre ciudadanos o la caja común de la Seguridad Social.

En un alegato casi de servicio público, Soraya Rodríguez se dirige a Sánchez, al que llama "Pedro", y le pide que pare. Teme que su voracidad de poder, en pleno conocimiento de las tramas, se acabe llevando por delante al PSOE.

Como no tiene apenas esperanzas en que dé un paso a un lado o convoque elecciones, también se dirige a sus excompañeros, a quienes desempeñan cargos de cualquier tipo, tanto públicos como de partido. Son ellos los que pueden comenzar la revuelta: "Tenéis que hablar ya. Cada día que pasa, vuestro silencio os compromete".

El día que los periódicos conocimos el informe de la UCO sobre Santos Cerdán se entregaban los premios Rubalcaba. Él ya intuyó cómo podía degenerar el partido con Sánchez al frente. ¿Qué le solía contar Rubalcaba?

Rubalcaba fue enormemente valiente al lanzar ese calificativo tras la moción de censura: el gobierno Frankenstein. Acertó, como tantas veces. Éramos muchos en el partido los que pensábamos en esa línea; no éramos una leve minoría.

Creíamos que el PSOE no debía gobernar a ese precio porque nos iba a empujar a entregar la gobernabilidad del país a partidos con los que discrepábamos en lo básico: la unidad territorial. Así ocurrió. Entregamos esa gobernabilidad a quienes acababan de dar un golpe constitucional.

A Rubalcaba, Sánchez no le encajó tampoco en lo personal.

No se fiaba de él. Nunca creyó que debiera encarnar el liderazgo del PSOE. Mirando a esa nueva generación, igual que Felipe y Alfonso, confiaba en Edu Madina.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL. Rubén Ortega

Hemos conocido también estos días que Santos Cerdán y Koldo García amañaron votos en aquellas primarias de 2014, cuando Sánchez ganó a Madina.

Lo que denotan esas conversaciones es un modus operandi: robaban votos y dinero con total normalidad. Y parece que el dinero que robaron fue mucho; mordidas masivas.

¿Sabe? Cuando perdimos en 2014 esas primarias, muchos compañeros nos dijeron que el proceso no había sido limpio, pero Madina no quiso impugnarlo. Algunos sí quisimos e insistimos, pero Madina se negó. Creía que esa impugnación podía poner en cuestión al partido en general.

Pero, ¿qué es lo que vieron? ¿Qué pasó?

Votos de gente que no había ido a votar… Nos llegaban cosas así. Pero Edu nos dijo que bajo ningún concepto siguiéramos ese camino.

En la entrega del premio Rubalcaba, dio un discurso precisamente Eduardo Madina, que proclamó un socialismo distinto: digno, ejemplar, centrado. ¿Le gustaría que Madina diera un paso al frente?

Madina sigue siendo el candidato, como dijo Felipe, de mucha gente. El devenir del PSOE habría sido muy diferente con él a la cabeza. Pero esa es una decisión que tiene que tomar él.

Quizá Óscar Puente, cuando lo llamó resentido, tuviera razón en una sola cosa: Madina no ganaría una asamblea en el PSOE de hoy. Porque han destrozado el partido, han expulsado a todos los discrepantes. Las ejecutivas son sanchistas a todos los niveles. Pero, ¿y si Madina convoca una asamblea en un centro cívico invitando a gente de izquierdas? Lo llena.

¿Qué otras figuras podrían protagonizar la renovación?

Honestamente, no lo sé. Puede aparecer gente que a nadie se le ocurre ahora. Me resulta difícil decir nombres. Llevo unos años fuera del partido, mantengo relación con la vieja guardia, pero nada más. Miro al Congreso y no conozco a los diputados.

Me resulta muy difícil pensar que pueda hablar de regeneración alguien que, por ejemplo, haya votado la amnistía. A Edu Madina lo veo, lo ve todo el mundo.

El otro día, en la entrega del premio Rubalcaba, varios de los altos cargos del felipismo me decían: “Lo que digamos nosotros es inocuo. Sólo puede empezar una verdadera revuelta si dan un paso al frente los diputados, los alcaldes, los barones”. ¿Tiene alguna esperanza de que lo hagan?

La esperanza siempre existe. Sé que se están moviendo cosas, pero muy lentamente. Me jugué varias cenas y perdí porque dije que el partido no pasaría por la amnistía. Me parecía un acto de corrupción política. Vi cómo, poco a poco, las personas que podían oponer resistencia… no lo hacían.

"Perdí varias cenas porque creí que el PSOE jamás pasaría por la amnistía"

¿Qué les diría a todos esos actuales cargos del PSOE?

Es el momento, que lo hagan ahora, ya. Ante lo que estamos viendo, ese silencio es ensordecedor. Que solo sigan hablando Felipe, Alfonso y Page… ya no es de recibo. Además, el silencio ya es comprometedor con cada día que pasa. Ha llegado el momento de parar.

¿Corre el PSOE el riesgo de desaparecer si no se renueva?

Podría pasar. El PSOE francés era un partido muy fuerte, no podíamos imaginar que quedara desaparecido. Para que eso suceda, tendría que haber una fuerza política que pueda recoger ese voto. Allí estuvo Macron, que se llevó a muchos cargos y a muchos votantes. Me preocupa la desafección que se está generando en los jóvenes respecto a la izquierda.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL. Rubén Ortega

Caldo de cultivo para la extrema derecha.

Claro. Está generando mucha ultraderecha. Yo le digo a mi hijo: “El sanchismo no es el socialismo”. Pero es muy difícil explicarlo. Cómo lo explicas cuando no hay una sola voz que discrepe. No lo pueden visualizar. A veces parece que hablo de Cánovas y Sagasta, pero el otro PSOE fue hace nada.

Hace un mes, usted dijo: “Antes de que una parte de la sociedad española se convirtiera en facha solo por discrepar ya nos convertimos en fachas la mitad del PSOE”.

Fui de las primeras fachas. Cuando perdimos en 2014, habíamos perdido una batalla, pero creí que podríamos seguir discrepando desde dentro. Me empezaron a empujar al PP. A mí y a los discrepantes. Decían que éramos de derechas.

¿Qué le diría a Sánchez si se lo encontrase y pudiese charlar con él?

Le diría que este último acto de resistencia no merece la pena. En realidad, nada ha merecido la pena desde la moción de censura. Pedro, no merece la pena llevarse por delante al PSOE; estar en el poder por estar. Esto es lo de Thelma y Louise: debe parar el coche antes de que caiga por el barranco.

"Estamos en Thelma y Louise. Hay que detener el coche antes de que caiga por el barranco"

Usted fue opositora interna al aparato que ahora se ha derrumbado. ¿Hasta qué punto tenían poder Santos Cerdán y José Luis Ábalos?

Han tenido todo el poder. Eran viejos conocidos de la militancia. Nadie puede decir que no les conociera. A algunos, su fama les precedía, pero no tenían poder federal. Eso se lo dio Pedro. Sólo él. Cuando el otro día, en su comparecencia, dijo “nos equivocamos”, me pareció un escapismo victimista enorme. Te equivocaste tú. Nombrar a Ábalos secretario de Organización a la vez que ministro del ministerio más inversor… Eso es cosa tuya.

Eso hace imposible que, a su juicio, Sánchez pueda separarse del escándalo.

Es imposible. Esa es la pregunta que hay que hacerle todos los días: ¿por qué cesaste a Ábalos en 2021 de ambos cargos? Sánchez sabía que Koldo era un hombre de Cerdán antes que de Ábalos. Si sospechaba de Koldo y Ábalos, tenía que sospechar de Cerdán.

Todos los grandes casos de corrupción de la democracia han acabado así por el momento: con un señor X sin desnudar. Los presidentes, libres de toda responsabilidad.

Es así, pero hay que reconocer también que la corrupción en este país se ha pagado judicialmente. A pesar de las dificultades que se les ha puesto para investigar, con Gürtel y ahora, va habiendo sentencias, y luego se paga en las urnas. Los demócratas castigan la corrupción. No puede haber un mensaje de desesperanza.

¿Le convence la máxima de José María García? Si lo sabías, te vas por corrupto. Si no lo sabías, te vas por inútil.

Pedro no se va a ir. Salvo que Sumar rompa el Gobierno. Intentará escapar hasta el último momento de asumir la responsabilidad política.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL.

Soraya Rodríguez, durante la entrevista concedida a EL ESPAÑOL. Rubén Ortega

Las dos medidas anunciadas por Sánchez –auditoría interna y reestructuración del partido– no son una asunción de responsabilidad, sino lo contrario: una huida hacia delante. Elecciones generales en 2027.

Sí. Como le decía, un ejercicio de escapismo victimista, lo mismo de Mariano Rajoy. O de Juan Carlos I. Pedro va a intentar que esto continúe. Se sentían impunes por la protección de los socios. Por eso actuaban así.

Pese a los datos que ya conocemos, Sánchez recurrió de nuevo a dos de sus clásicos: los bulos de los medios y el asedio de la extrema derecha.

Hace un año, cuando escribió la carta y dijo que venían meses duros, sabía que lo que venía eran informes e investigaciones judiciales.

Sánchez siempre obvia que la moción de censura que le llevó a la presidencia fue posible gracias a las investigaciones que publicamos los mismos medios a los que ahora llama “fachosfera”.

Cuando Puente dijo que el Supremo trabaja para el PP, pensé: “¿Y con la sentencia de la Gürtel trabajaba para el PSOE?”. Están haciendo un daño tremendo a las instituciones del Estado con tal de mantenerse en el poder.

¿Hay algo que pueda frenar a Sánchez? Si caen dos secretarios de Organización y no dimite… ¿Qué más puede ocurrir? No parece que la justicia vaya a resolver tan rápido el resto de casos.

Sánchez no va a irse, no va a convocar elecciones. Ya le digo: solo lo hará forzado si alguno de los partidos de Sumar rompe. No descarto que esto sea un goteo de informaciones. Ábalos, Cerdán y Koldo tuvieron que trabajar con más gente.

¿Qué ha ocurrido con el partido? Lo normal sería que, en un caso así, las manifestaciones fueran más de los militantes del PSOE que de los del PP. Ellos son los primeros engañados. Pero hay silencio.

La militancia necesita un cauce de expresión. Y ese cauce está dentro del partido. Se han encargado de que esos mecanismos no funcionen.

¿Y el papel de los socios? Son ellos los que lo sostienen. Adquieren muchísimos riesgos presentándose a unas elecciones como sostén de tantos casos de corrupción.

Aguantan la vela de momento. Dicen… “Somos incompatibles con la corrupción”. Señora Yolanda Díaz, usted vicepreside un gobierno corrupto. La trama estaba en el Ministerio de Transportes. Los contratos no se amañaban en el partido, sino en el Gobierno. El PNV aguantará para no perder el gobierno de Euskadi. Y Puigdemont estará encantado: cuanto más débil está el extorsionado, más provechosa es la extorsión.